Cultura para un país longevo: ¿rediseño de vida?
Carmen Gloria Larenas Directora General Teatro Municipal de Santiago
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Carmen Gloria Larenas
Hay consenso respecto del aumento en la esperanza de vida. Según Laura L. Carstensen, profesora de sicología y directora del Stanford Center on Longevity, se agregaron 30 años promedio durante el siglo XX. Otros más se agregarán en este siglo XXI.
Lo que puede ser una buena noticia para quienes disfrutan la vida con energía y tienen intereses que desarrollar, puede llegar a ser angustiante para quienes se preguntan cómo sobrevivirán a un siglo de existencia. Y en lugar de imaginar las numerosas formas en que podemos utilizar estos años para mejorar la calidad de vida, todo termina en una suma final no sólo de años, sino también de problemas.
Una pregunta que hoy, al fragor del debate por las pensiones -reforma que nunca termina por materializarse- y retiros previsionales de por medio, cobra aún más importancia, porque las jubilaciones que abarcan cuatro décadas son inalcanzables para la mayoría de las personas y los gobiernos. Las preguntas en realidad son: ¿Cómo podemos imaginar una vida satisfactoria si acaso viviremos un siglo?, y ¿cómo rediseñamos esa vida para no vivir esos 100 años en un diseño pensado para la mitad?
Si bien desde el mundo cultural no podemos responder esa gran pregunta en sus aspectos de fondo, sí podemos aportar lo propio al poner también el foco sobre esos públicos, esas generaciones de adultos y adultos mayores que buscarán vivir su tiempo de ocio de muchas maneras y siempre buscando mejorar su calidad de vida. La preocupación por ampliar y diversificar los públicos se ha centrado obsesivamente en las generaciones más jóvenes y nuestros esfuerzos se han redoblado por entender y atraer a quienes muchas veces ven en la tecnología su única posibilidad de entretención.
Pero la propuesta cultural del mundo actual no puede pasar por alto que, según los datos del censo de 2017, las personas mayores de 65 años alcanzan al 11,4% de la población, proporción que irá subiendo progresivamente en el tiempo porque, de acuerdo con World Population Prospects (2017) -de la ONU-, las expectativas de vida saludable para los mayores de 60 llegan a 18 años en Chile. Según el mismo reporte, la población de mayores de 60 en nuestro país ha crecido más de 200% entre 1990 y 2020.
Recoger este fenómeno desde el mundo cultural significa considerarles como un público significativo, relevante y protagónico para las artes en general y las experiencias artísticas en su conjunto, tomando sus temas de interés y validándoles tanto como espectadores o, incluso, como practicantes activos de ellas. El diseño de las experiencias para los espacios culturales también debe considerarles en sus detalles prácticos.
En realidad, la discusión de las pensiones y de la longevidad, nos lleva aún más lejos: debemos repensar todas las etapas de la vida, no sólo la vejez. Y eso, necesariamente, da a la cultura un lugar preponderante en mejorar una calidad de vida de las personas que no sólo tiene que ver con dinero y salud, sino también con salud mental y ocio. Llegó el momento de trabajar en culturas que apoyan vidas de un siglo, pero desde sus inicios.